Qué es la economía circular
En el contexto actual, las empresas se enfrentan a desafíos ambientales. Durante muchas décadas ha prevalecido un modelo económico lineal, que consiste en consumir recursos naturales de manera excesiva y la generación de residuos sin control. Como consecuencia a esto, han surgido alternativas para acabar con las secuelas que está produciendo. Por eso, ha emergido la economía circular. Este enfoque busca frenar este paradigma tradicional y promueve prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Las compañías han encontrado una oportunidad para reforzar su competitividad en este modelo circular. Esta transición se muestra como un cambio hacia la innovación. La responsabilidad social y ambiental empiezan a formar parte de pilares imprescindibles para alcanzar el éxito empresarial.
A continuación, te mostramos información ampliada sobre qué es la economía circular y qué ejemplos de prácticas existen.
Economía circular
La economía circular es un modelo de producción y consumo que tiene como objetivo reducir tanto el uso de materiales vírgenes como los desechos producidos por estos.
Para que se extienda el ciclo de vida de los productos es necesario que se reutilicen, se reparen, se compartan, se alquilen, se renueven y se reciclen tantas veces como sea posible. Es decir, es el sistema opuesto a la economía lineal que hemos estado llevando a cabo hasta ahora.
¿Por qué se hace esto? El objetivo de este cambio es conseguir una mejor gestión de los desechos que se producen y la contaminación que causan, luchar contra el cambio climático y contra la pérdida de la biodiversidad.
Diferencias entre economía lineal y circular
Entre los modelos de producción y consumo actuales encontramos diferentes motivos que hacen que se produzca una transición de un sistema a otro. Sus diferencias están bastante marcadas. A continuación, te mostramos algunas de ellas:
- Nuevo uso de recursos naturales: la economía circular minimiza el uso de materias primas, preservando más eficientemente los recursos naturales, y la economía lineal no cuenta con un enfoque claro sobre su optimización.
- Modelos económicos opuestos: la economía circular se basa en la utilidad de los recursos y la sostenibilidad; en cambio, la economía lineal es un sistema más tradicional que se basa en crecer económicamente sin tener en cuenta los impactos medioambientales.
- Principios de la economía: gracias al desarrollo de la economía circular se establecen la conciencia de consumo y de producción como nuevas maneras de alargar el ciclo de vida. Estas son: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, revalorizar, renovar, remanufacturar, reconvertir y reciclar. En cambio, la economía lineal se basa en producir y consumir masivamente sin tener presente la sostenibilidad.
- Reducción de emisiones e impactos ambientales: la economía circular promueve prácticas más sostenibles como, por ejemplo, utilizar las fuentes naturales como el viento o el sol para generar energía. La lineal no tiene mucho esto en cuenta y demanda energía y recursos aumentando emisiones que contribuyen al cambio climático.
Cambios en el ciclo de vida de los productos: la economía circular busca alargar la vida útil de los productos para su posterior reciclaje. En cambio, la lineal desecha los productos tras su único uso. Por eso, genera más desechos.
Beneficios y ventajas de la economía circular
Además de los beneficios expuestos al diferenciar entre economía circular y economía lineal, existen otras ventajas destacables en este sistema económico respetuoso con el medio ambiente:
Reduce los problemas del medio ambiente
¿Cómo la economía circular contribuye a proteger el medio ambiente? Lo consigue con varias actuaciones.
Gracias a reciclar, reutilizar y reparar los productos, la cantidad de residuos empleados es menor, por lo tanto, también es menor el impacto que causa a la naturaleza y la contaminación. Esto contribuye a cuidar el medio ambiente y a combatir el cambio climático.
El objetivo es que un producto tenga una vida útil más larga para reducir la demanda de sus recursos naturales. Como resultado, estos recursos no se agotarán, respetando así la diversidad de especies vegetales y animales que viven en nuestro planeta.
Beneficia la economía local y fomenta el empleo
Gracias a los principios comentados anteriormente y al impulso de la economía local, se consigue generar oportunidades de negocio cuyo enfoque es la circularidad y mantener un sistema sostenible en el tiempo.
La reubicación de las áreas locales de actividades enfocadas a producir y consumir ayuda a impulsar económicamente las regiones y las comunidades. Por consiguiente, mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Disminuye el consumo de materias primas
Estamos acostumbrados al modelo actual lineal, es decir, a desechar materias primas después de un solo o pocos usos, lo que perjudica al planeta.
En cambio, el proceso del modelo circular comienza desde el inicio. Es decir, en el ciclo de producción están integrados los materiales previamente reciclados. De esta forma, la economía circular depende mucho menos de los recursos naturales vírgenes. Esta es una forma muy inteligente de optimizar y seguir produciendo sin perjudicar, sin extraer ni sobreexplotar recursos naturales.
De esta manera, podremos seguir disponiendo de productos a la vez que somos más eficientes y respetuosos.
Consigue que sus recursos sean independientes
Esto está relacionado con lo explicado anteriormente. Este modelo económico crea sistemas más autónomos y resilientes para ser menos dependientes de recursos volátiles y externos.
Si implementamos materiales locales reciclados, las comunidades y las empresas son menos vulnerables a los cambios en el mercado global y a la interrupción en el suministro de materias primas.
Esto favorecerá a que exista estabilidad económica y social por minimizar riesgos de escasez de recursos y cambios de precios.
Ejemplos de economía circular
Se está demostrando que la economía circular genera beneficios a largo plazo. Es difícil cambiar todo un sistema económico lineal al que estamos acostumbrados, pero es posible con una buena planificación y paciencia en los pasos estratégicos.
Existen muchas empresas conocidas internacionalmente que han ido introduciendo este nuevo modelo económico en su sistema de producción. Existen multitud de prácticas relacionadas con este modelo económico:
- Programas de reciclaje y reutilización de productos y materiales: Por ejemplo, las empresas tecnológicas recogemos dispositivos que estén obsoletos para reutilizar sus componentes y su posterior reciclaje.
- Diseñar productos sostenibles: El ejemplo de una práctica en una compañía tecnológica sería utilizar materiales reciclados y que sus diseños fueran actualizables y reparables. Así se conseguiría alargar la vida útil de un producto y también reduciría los residuos electrónicos.
- Intercambio y reventa de productos: sería, por ejemplo, establecer una plataforma online para el intercambio o recompra de dispositivos de segunda mano, fomentando así la reutilización y prolongación de vida útil de productos.
- Gestión de energías renovables: Para que las operaciones no afecten mucho la huella de carbono, se usarían paneles solares o energía eólica como fuentes de energía renovable.
- Paso a economía de la funcionalidad: se refiere a un nuevo enfoque a través del que, en vez de vender productos, se venden servicios. Por ejemplo, en lugar de vender software, se ofrecen servicios de suscripción para disfrutar de actualizaciones y soporte técnico continuo. De esta forma, los productos durarán más tiempo y también la relación con los clientes. Asimismo, los recursos serán usados con más eficiencia.
- Economía colaborativa: esto es el intercambio y alquiler de bienes y servicios entre particulares. Un ejemplo de esto puede ser crear una plataforma donde compartir o alquilar herramientas o dispositivos entre ellos.
- Agricultura y ciudades más circulares: podría ser el uso de transporte público, la creación de zonas verdes, promover el reciclaje. Una compañía tecnológica podría aportar mucho en este nuevo contexto: desarrollando apps para la gestión de reciclaje de residuos orgánicos, implementando un sistema de compostaje comunitario o una app para intercambiar o donar materia orgánica.
Todo cambio requiere tiempo, constancia y concienciación. Es un proceso que requiere mucha cooperación y una estrategia muy marcada. Para llegar al resultado hay que cumplir con los objetivos marcados.
¿Qué hace la UE para conseguirlo?
La Unión Europea está trabajando para reformar la legislación y así poder llevar a cabo el modelo actual. Se han realizado desde 2020 varias acciones para conseguirlo. A continuación, te presentamos la cronología de dicha estrategia:
En 2020, la Comisión Europea presentó un plan de acción para la Economía Circular. Su objetivo es promover productos más sostenibles, reducir los residuos y empoderar a los ciudadanos, incluyendo así el «derecho a reparar» y prestando atención a sectores como electrónica, TIC, plásticos, textiles y construcción.
En 2021, el Parlamento votó el plan de acción y solicitó medidas para alcanzar una economía neutra en carbono, sostenible, libre de tóxicos y completamente circular de cara a 2050. Se presentaron leyes más estrictas sobre reciclaje y los objetivos para 2030.
En 2022, la Comisión presentó el primer paquete de medidas. Las propuestas incluyeron promover productos sostenibles, revisar la normativa de productos de construcción y establecer una estrategia sobre textiles.
En 2022, la Comisión propuso nuevas normas de envases para toda la UE. Su objetivo era mejorar su diseño con etiquetado claro para fomentar la reutilización y reciclaje.
Aún se están realizando medidas para conseguir los objetivos sostenibles y queda trabajo por hacer. Estas normas y medidas deben ser conocidas por la población y, como ciudadanos, es importante que se respeten y se cumplan. Para poder vivir en un mundo sostenible hay que cuidarlo y esforzarse por ello de manera comunitaria.